lunes, 28 de febrero de 2011

SUEÑO DE UN HOMBRE DESPIERTO

En Agosto se enamoró de un sueño. Corría el año 1978 cuando el hombre despierto soñó con el silencio. En él había esperanza y posibilidad de volver a dormir entre tanto ruido y estruendo. Entonces, pensó en ella. Recordó como quedó su corazón cuando se fue sin decir nada.

Comprendió que si despertaba quizás no tuviese de nuevo otra oportunidad como aquella. Sabiéndose de nuevo enamorado, buceó entre sus sentidos y recuerdos olvidados buscando colmar su alma de razones para no despertar jamás.

Todavía hoy los viejos del lugar cuentan que cuando el sol atardece puede verse la figura de un campesino recostado sobre una silla en el porche de su antigua casa de madera. Aseguran que se trata del fantasma de un hombre que una tarde de verano cayó dormido y nunca más volvió a despertar.

viernes, 18 de febrero de 2011

SI SE CALLASE EL RUIDO

No te dejará dormir este estrépito infinito
que intenta llenar los días de tinieblas y enemigos.
Una estruendosa jauría se empeña en hacer callar
las preguntas, los matices, el murmullo de ojalás.

Ruido de patriotas que se envuelven en banderas,
confunden la patria con la sordidez de sus cavernas.
Ruido de conversos que, caídos del caballo,
siembran su rencor perseguidos por sus pecados.

Si se callase el ruido
oirías la lluvia caer
limpiando la ciudad de espectros,
te oiría hablar en sueños
y abriría las ventanas.
Si se callase el ruido
quizá podríamos hablar
y soplar sobre las heridas,
quizás entenderías
que nos queda la esperanza.

Ruido de iluminados, gritan desde sus hogueras
que trae el fin del mundo la luz de la diferencia.
Ruido de inquisidores, nos hablan de libertades
agrietando con sus gritos su barniz de tolerantes.

Nunca pisa la batalla tanto ruido de guerreros,
traen de sus almenas la paz de los cementerios.
Háblame de tus abrazos, de nuestro amor imperfecto,
de la luz de tu utopía, que tu voz tape este estruendo.

miércoles, 9 de febrero de 2011

UNA TARDE INOLVIDABLE

Veo entre una multitud de manifestantes a dos jóvenes críos corriendo de un lado para otro, enarbolando al viento unas pequeñas banderolas mientras juegan a golpear en las piernas a un muñeco sin rostro que permanece colgado de una farola. En plena manifestación, en protesta contra la inclusión de su país en una organización mundial, los pequeños juegan ajenos a todo lo que allí acontece, no saben que es lo que tanta gente allí reunida está haciendo. Se trata de un momento de gran importancia para el presente y futuro del estado nacional, las personas contrarias a aceptar esa decisión ocupan las ciudades intentando manifestar su rechazo. Son momentos de gran tensión, de grandes decisiones, de grandes cambios. Se aprecia como existe cierta tensión ambiental, no aparecen brotes de violencia, es una expresión popular pacífica. Cánticos, pancartas, ruidos de silbatos y demás instrumentos sonoros componen la obra sinfónica que resuena por las calles.

Mientras los dos niños continúan jugando. En su mundo aquello es lo más parecido a una verbena de barrio extrapolado a las calles más espléndidas de la ciudad. Pueden correr por ellas sin peligro de que algún coche los atropelle, pueden reír, gritar libremente, tirarse al suelo, mancharse cuanto quieran. Sin saberlo forman parte de una protesta del pueblo, ellos también forman parte activa de él. Cantan animados y sonrientes copiando los comportamientos adultos que les rodean, no entienden qué significan aquellas palabras que tantas veces se repiten pero aún así no se cansan de repetirlas pasados los días.

Pasa el tiempo, los chicos crecen y aparecen instalados en una relativa madurez ideológica. Han pasado adolescencia y gran parte de la década de los veintitantos sin pensar demasiado, la vida siempre va tan deprisa. Ahora entienden el significado de aquellas palabrejas tan raras que de pequeños no sabían apenas ni decir. Ahora entienden mucho mejor que, quienes lo llevaban cogidos de la mano querían lo mejor para ellos y por esto, los educaron desde el respeto a los demás, la importancia de tener un buen código ético y moral y desde el derecho a sentirse libres y poder opinar siempre que lo quisieran.

A veces escucho hablar de aquella época, de libertades, rebeldía y revolución con cierta añoranza, y no precisamente porque fueran tiempos mucho mejores que los que corren ahora; quizás ahora, echo de menos escuchar el discurso de gente con valores, de perspectivas colectivas, que miren más allá del saldo de su cuenta bancaria a fin de mes.

lunes, 7 de febrero de 2011

DOS MALETAS, DOS TRENES


Una estación de tren cualquiera, un día de calor salvaje, una ciudad pérdida de otro mundo, dos jóvenes sentados sobre el suelo del andén 9, destinos diferentes. A sus pies descansan dos grandes maletas repletas de todo aquello que les dio tiempo a recoger del tendedero antes de salir huyendo de allí. Mientras aguardan la llegada del  transporte, fuman un cigarrillo a medias sin articular palabras. Tan propensos al diálogo y al uso vitalista de la palabra que ahora resulta extraño contemplar como permanecen callados, ni siquiera alcanzan para dedicarse una mirada furtiva.

La naturaleza que los unió con palabras ahora quisiera sentarse a su lado y preguntarle porqué. Ella no entiende de preguntas y respuestas, sólo entiende de sentimientos. Sigue contemplándolos como aquellos pequeños que un buen día, por primera vez, se propusieron fundirse entre sí. Irradiaban energía y luces destellantes en medio de tanta oscuridad como les rodeaba. Consiguieron hacer del mundo un lugar mejor en el que poder convivir, un pequeño universo solo para ellos dos.

Las estaciones detenían su paso muertas de celo al ver que existía un lugar donde su presencia pasaba desapercibida, las maldades humanas sufrían de penitencia diaria envueltas en impotencia y ofuscación, ¿y los miedos? Los miedos disfrutaban de jubilaciones anticipadas por cese de actividad neuronal.

La burbuja que hermetizaba su existencia  no sufría de fisuras ni de posibles pérdidas. Lástima que con el paso del tiempo permitieran agujerear su pequeño globo, dejando escapar por el orificio abierto toda la esencia que los hacía tan irreales en la realidad conocida.

sábado, 5 de febrero de 2011

NUEVO PROYECTO

¡Hola a todos/as! El post de hoy voy a utilizarlo para explicar la creación de un nuevo blog que he abierto. Se trata de poner de en marcha un proyecto que surge a raiz de mi corta experiencia en el mundillo bloguero que me ha servido (a parte de para exponer cualquier tipo de pensamiento, sentimiento, idea, etc......) para comprobar cómo somos muchas las personas que necesitamos compartir nuestras inquietudes, nuestros miedos, nuestras alegrías y penares. Es cierto que en gran número muchos podemos hablar de ello con la gente que nos rodea, contarlo en nuestros blogs, etc..... pero también sé que hay muchos otros anónimos que por diversos motivos no tienen, no saben o no encuentran la forma de poder hacerlo.

Partiendo de esta base, pensé en la posibilidad de crear un pequeño espacio en el que todo/a aquel que lo necesitará pudiera exponer su historia sin ningún tipo de impedimento. Por eso, este blog va destinado a ser ocupado con historias anónimas o no, escritas por los propios protagonistas y que a través de este medio puedan salir a la luz pública.

La única pretensión al crear este blog es la de poder ayudar, con esta forma tan simple, a todo aquel que necesite contar su historia y no tenga quién le escuche o no se atreva a contarlo por tan diversos motivos. Sinceramente, desconozco cuál será el resultado de esta iniciativa pero si con ello alguien pudiera salirse beneficiado me daría por satisfecho.

Bueno, os dejo el enlace al nuevo blog

http://elapuntadordehistorias.blogspot.com/

Gracias por leer el post. Espero veros por allí, bien con vuestros relatos o comentarios. Un fuerte abrazo para todos.