jueves, 28 de abril de 2011

NOTAS EN EL CORCHO

Dejar correr por mi garganta las palabras exactas que demuestren que me hace sentir la melodía de un violín melancólico, el contacto de mi rostro con los rayos del sol en días de invierno, el roce de tus dedos sobre mi espalda. Revelar al mundo que hay más de lo que puede verse desde el exterior, que hay un cuerpo capaz de convertirse en ensayista al filo de una ventana abierta al vacío.


Escapar de la mesura de la razón absorto en naufragios enloquecidos durante los primeros días de cada mes. Cincelar las estatuas de sal que sufran de abandono momentáneo. Trazar el camino que guíe la espuma del mar hasta unos pies algo agrietados.

Descubrir que soy esclavo de palabras buscadoras de naturaleza viva mientras trato de perseguir esencias carnales con las que impregnar los cimientos más dañados. Curiosear entre nubes grises y claras, enormes y pequeñas, serenas y furiosas.


Soñar mientras juego, sonreir mientras camino.

miércoles, 27 de abril de 2011

UN DIA EN LA VIDA

Deseos para que la realidad nunca se vuelva distinta. Deseos de que lo efímero sea duradero. Deseos de que se acabe todo. Miradas furtivas que se escapan tras tus pasos. Miradas encontradas que hacen enloquecer los sentidos. Miradas que matan despacio. Confesiones de amor al oído de quién lleva toda una vida a tu lado. Confesiones de amantes en una noche de pasión febril y ardiente. Confesiones de un alma arrepentida.

Suspiros por una ausencia no deseada. Suspiros de amor por ti. Suspiros placenteros bajo un cielo de estrellas. Requiebros que se escapan por mi garganta. Requiebros que doblegan las campanas para verte sonreír. Requiebros cuando mi alma está de duelo. Caricias que estremecen la piel. Caricias que duelen dentro. Caricias que derriten el frío. Silencios que matan la vida. Silencios que valen más que cientos de palabras. Silencios que acompañan miradas. Sueños que construimos juntos. Sueños que se caen en mitad del camino. Sueños que emergen contigo.

Sonrisas que rompen corazas. Sonrisas que esconden misterio. Sonrisas que dibujan dolor. Corazones que laten constantes. Corazones que jamás han latido. Corazones partidos. Palabras directas al corazón. Palabras que se clavan justo en medio hiriendo de gravedad. Palabras necias para odios dispuestos a escuchar. Pasiones que matan la vida. Pasiones que dan tanta vida. Pasiones que queman los cuerpos. Miedos de saberse vencidos. Miedos de no tenerte cerca. Miedos de tener miedo.

Anhelos de ver tus ojos enredados con los míos. Anhelos de soñar despierto. Anhelos de seguir sintiendo.  Deseos de meterte en mi cama. Deseos de huir del cuerpo. Deseos de vivir viviendo........

martes, 19 de abril de 2011

TIEMPOS DE SENCILLEZ

Hasta el viento me suspira que el aire ha perdido el orden. Anda atrapado en una odisea de ráfagas a contracorriente; desconcertado, pretende tomar asiento y recuperar algo del aliento olvidado en cualquier rincón visitado. Allá a lo lejos parece haber encontrado un refugio temporal; se trata de un pequeño escondrijo cubierto de una suave tela.

Entre susurros me dice que busquemos un lugar bajo la sombra del árbol más hermoso que exista. En ella encontraremos todo el cobijo necesario, será el que ambos decidamos crear. Crecerá a partir nuestra, tendrá la forma que queramos darle, serán nuestras manos artesanas las que dibujen su figura. De sus entrañas aflorarán las más exquisitas fragancias que olfato alguno haya olido jamás. De sus raíces brotarán las flores más hermosas que mirada antes pudiera haber contemplado. De sus ramas colgarán los frutos más sabrosos que paladar pasado haya saboreado antes.

Serenos, aparecen nuestros cuerpos recostados sobre su tronco; en mitad del silencio, nuestras almas bucean tranquilas entre posibles mañanas. El tiempo aparece sorprendido y decidido a detener su irrefrenable marcha, no entiende como dos extraños son felices bajo la ridícula sombra de un árbol seco y deprimido por la fiereza del otoño.

Quizás no encuentres lo que buscas jamás si todas tus atenciones van siempre dirigidas hacia la búsqueda de la situación ideal y perfecta. Busca en lo impensable, en lo extraño, en lo absurdo; puede que ahí sí, encuentres la llave que abra las puertas del camino que siempre esperaste encontrar.

miércoles, 13 de abril de 2011

EL RESPLANDOR DE TU ROSTRO

Sonrojos efervescentes me pareció descubrir ayer en tus mejillas. Reconozco que aún me sorprende la belleza que encierra el reflejo del color de la inocencia en tu rostro. En él puedo ver el retrato de un hombre mucho más humano del que recordaba.

Es el momento en el que apareces y la vida distorsiona su aparente realidad. En él haces que quiera arrancarme la piel que me cubre para envolverme en tu sereno manto. Bajo tu cobijo buscaré acomodar mi cabeza entre tus brazos y en un susurro ahogado trataré de dar salida a todos los espejos dañados.

Es tu suave contoneo quién hace que despierte mis mañanas entusiasta y cautivo del deseo, anhelante por levar anclas sin un rumbo asignado. Ya en manos del oráculo, la nave conseguirá abrirse camino y con paso firme empujará nuestras almas hacia confines desconocidos.


sábado, 2 de abril de 2011

AFONIA PROGRESIVA

Signos desconocidos surgen de lo inesperado para, en esta nueva realidad, cobrar un sentido singular y relevante. En una sociedad de palabra cada vez más caduca y tramposa algunos oídos quizás comiencen a imaginar un mundo afónico en el que la voz aparezca cansada y fatigada; un mundo donde el signo preceda al testimonio.

Atendiendo a las evidencias de las continuas sacudidas que nos agitan a diario, creo observar que la palabra está tratando de decirnos que se desmorona, que se siente débil y enferma, que necesita que despertemos y que, precisamente esa somnolencia que nos cubre, la está devorando por dentro. Hace tiempo emprendió un camino largo buscando sucesor y parece que aún no ha dado con él; lo que si ha entendido es que quizás sea mejor desaparecer al comprobar como las personas a través de ella, se ven envueltas en una espiral de violencia, inhumanidad y muerte.

Andamos sobre el terreno con la falsa seguridad de creer en la indefinidad de todo cuanto nos rodea. Usamos y tiramos sin control, manamos en supuestas fuentes inagotables de valores y devoramos las carnes próximas con una ferocidad propia del depredador más ávido y violento.

En nuestra necesidad por cambiar las cosas estará la posible extinción o no de la argumentación más destacada que posee el ser humano para comunicarse y, lograr así, devolver de nuevo algo de cordura a la existencia.