No pretendo dejarme llevar por sentimentalismos facilones ni por falsas demagogias, coincidentes con una época en la que resulta demasiado fácil llegar a engañarse con un espíritu que no es demasiado real, aunque si ideal si se mantuviera todo el año en curso. Nace desde una perspectiva real sin influencias ni mediaciones, con la necesidad de dejar constancia de determinadas interpretaciones. Brota de la urgencia por querer dejarlas plasmadas ante la evidencia de unos ojos amigos o extraños que quieran fijarse en ellas. Germina por la inquietud de manifestar con palabras lo que, en demasiadas ocasiones, dejamos de hacer por absurdos razonamientos impropios de individuos provistos de corazones sumergidos en la superficie.
Existe en mí, el convencimiento real de lo terriblemente dramático y nocivo que resulta para todos el ausentismo voluntario de manifestaciones públicas originadas por silencios permitidos. Innumerables son los momentos y ocasiones, casi a diarias, que se nos brinda para que aquello que sentimos, quede en manos de la libertad del aire.
Sin caer en irrealidades e imposibles, ni hablando de sinceridades o mentiras, únicamente planteo la posibilidad de intentar mejorar la comunicación. Descuidamos los detalles, obviamos las necesidades básicas, dejamos de lado lo realmente importante atrapados por el incesante movimiento de la coctelera personal en la que recaen infinidad de “no es un buen momento, otro día”, “no tengo tiempo”,”no me salen las palabras”, “lo pienso pero no lo digo”……….
Encuentro de mayor relevancia tratar de plantearse la posibilidad de un cambio que nos lleve a mejorar el entendimiento, al menos, entre las personas que puedan constituir nuestro pequeño universo. Asumir la rendición y la imposibilidad de poder determinar otro camino, nos hace limitarnos individualmente y como colectivo. No se trata de manifestar para recibir. En mi caso, se reduce a querer dejar evidencia de unos deseos por transmitir unos valores traducidos en sentimientos que pretenden ser compartidos por los que conformáis mi mundo y con todo aquel que lo desee.
Por los diversos silencios y estallidos, por todas las ausencias y presencias, por cada uno de los errores y aciertos cometidos, por todo lo recibido y lo que haya conseguido ser capaz de dar, por los momentos vividos, por querer compartir conmigo extractos de vuestras vidas, por todo el cariño intercambiado………a todos os dejo reflejado, desde éste en el que se ha convertido mi rincón predilecto, mi más sincera admiración y agradecimiento .