viernes, 5 de noviembre de 2010

UN DÌA EN LA OFICINA

Once y media de la mañana. Mientras espero turno (LETRA E, Nº 152) en mi còmplice cola del Inem, tengo como compañera durante mi larga espera, la presencia de la cèlebre frase......." EL TRABAJO DIGNIFICA AL HOMBRE. "


Justamente, en el momento en que empiezo a tomar consciencia plena de su compañìa, no sin cierta dosis de pànico comedido, decido buscar con aparente discreciòn, alguna càmara oculta entre la sala atestada por màs de un ciento de personas que pretenden ser y sentirse muy dignos. Tras un rato de bùsqueda casi enfermiza, descubro para mi sorpresa, que ni la càmara, ni el colega cabròn de turno, ni los actores de la supuesta broma, aparecen.


Inmerso en una extraña  incertidumbre, acude en mi rescate la dulce voz pròxima, de una chica, unos 20 años, con atuendo tìpico de domingo malagueño ( dìcese....pijama ya de franelita y babuchas de paño, recogido en la cabeza tipo fuente y unos rabillos de ojos pintados en negro muy bien perfilados), que de un bofetòn me devuelve a la realidad.


- Ya ve tù, toa la mañana aquì perdìa pa nà. Totà, si no nos van a da trabajo.....pa què mierda tenemo que venì aquì. Que son tos unos sinverguenzas. Con la de cosas que tengo yo que hacer......


Justo al lado, se encuentra, un hombre de mediana edad ( el tìpico hombre que parece que vive dentro de la cola porque siempre hay uno en ella.....dìcese, vestimenta entre arreglado e informal, periòdico gratuito bajo el brazo, carpeta repleta de papeles en la mano, y un profundo conocimiento sobre todos los temas existenciales) que no ha podido dejar de prestar atenciòn, y que como quièn no quiere la cosa, replica a la chica:


- Chiquilla, tendremos que venir aquì a pedir trabajo, sino el gobierno còmo va a saber que no tenemos y que, queremos uno. Si nos quedamos en casa nadie se entera, porque si hay que esperar que los sindicatos hagan algo.......apañaos vamos. Fijate tù, que sòlo se han movido cuando nos han dicho que las pensiones se congelan y la edad de jubilaciòn se retrasa a los 67. ¡ Si es que cuando te pica el orgullo, es cuando te rascas!
A lo que ella, responde: - Aroo, ensima eso, màs trabajà y menos gana......si es que son tos unos granujas. Asì està el paì.........


Llegado a su fin, la joven malagueña con aparente enfado, sale a la puerta de la oficina a fumarse un chester-light, mientras que el señor queda inmerso entre la multitud de papeles que aloja en su carpeta.


De vuelta a mi mundo, observo como mi nùmero ha pasado de largo, distraido ante la ilustradora charla a la cùal he podido asistir entre dos desconocidos de mundos distintos, unidos por una misma causa. Por un momento, me han mostrado la realidad de unos ideales cuyos valores se encuentran en la cultura y sabidurìa popular, màs alla de los complejos, sibilinos y falsos contextos en los que suelen enmarcarlos las clases polìticas y ecònòmicas.
Mientras me marcho, sin despedirme, con cierta desorientaciòn, pues no sè si estoy saliendo de una oficina del Inem o del Mercadona de la esquina, constato como algo meramente utòpico, que quizàs seria conveniente plantear a aquellas personas encargadas de mover los hilos de los cuales penden nuestras vidas, que pasasen màs tiempo en una oficina de èstas o en cualquier puesto de frutas anònimo, y asì escuchar la autèntica voz del pueblo.

http://www.youtube.com/watch?v=04ZOMQH6gu0&feature=related

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