Siempre que pasaba por su puerta la encontraba cerrada. Desconocía los motivos pero jamás conseguía encontrarla abierta. Pegué a su timbre, nunca salió nadie a recibirme, ni siquiera atisbaba señales de vida en su interior. En ocasiones, pensaba en trepar por el árbol que llevaba hasta su ventana pero una falta absurda de valor me hacía volver sobre mis pasos para reencontrarme con los inicios.
Ignoraba como podrías llamarte y moría por saber cuál era, deseaba conocerlo para por fin ponerle nombre a la belleza. Imaginaba como podrías ser, gritaba tu nombre en mitad de la noche, nunca contestabas. En el silencio más intenso, apenas dormía sometido al embrujo contenido en tu caminar ante unos ojos atrapados en largas noches de asueto.
Vencido por la desesperanza, en ocasiones descubría mi cuerpo ausente a mí. Pretendía huir a mi control e ir a dónde pudiera sentarse a tu lado, donde pudiese sentirte cerca, donde poder cogerte de la mano y con el ceño fruncido preguntarte si de verdad...............tenías nombre.
Ahora, te descubro y te observo a cada paso. Admiro tu elegante discreción escondida entre los detalles más pequeños. Ahora........ te veo en todas partes.
Oiiish!
ResponderEliminarP R E C I O S O! Ya lo sabes!
Afortunadísima, la chica. Me encantó la última frase, le da un toque genial, como chocolate espolvoreado sobre un bizcocho:) Curiosa, la comparación^^
Bueno, muchísima suerte con tu chica sin nombre y besotes bien grandes!:)
Ruth, me llamo Ruth, jajajajajajaja. Fuera de broma, qué lástima que ella no sepa de ti, intuyo que eres un gran amante (sentimentalmente).
ResponderEliminarBuenos días, un beso!!!
Chicas, no sé si mi respuesta os puede desilusionar, pero la "mujer" escondida tras las palabras es una ella figurada. Ella es la vida, es la belleza que se desprende de cada persona buena, de cada gesto amable, de cada color bonito, de cada sonrisa cómplice, de cada risa de niño...... y por supuesto de esa ella a la que vosotras mencionáis cuando exista de nuevo.
ResponderEliminarA veces por circunstancias personales, nos volvemos ciegos y dejamos de apreciar todas esas cosas víctimas del estado negativo en el que nos encontramos. No deberíamos olvidar que las cosas bellas siempre están ahí, frente a nosotros, sentadas a nuestro lado.....simplemente esperando a ser reconocidas.
Besazos para ambas.
PD: Si veís a esa chica sin nombre habladle de mi;)
Yo no sé como serás enamorado, pero tus palabras enamoran!!! me encanta enhorabuena de nuevo!!
ResponderEliminarDespués de leerte recuerdo una frase que leí hace tiempo: la mitad de la belleza depende del paisaje y la otra de los ojos del que mira. (Creo que era algo así).
ResponderEliminarDepende de nosotros encontrar la belleza que hay a nuestro alrededor.
Bonitas palabras como siempre Daniel.
Un beso
(Y como dijo el anónimo, qué palabras dirás cuando estés enamorado)
Dani: las tienes a todas locas con tu buen corazón tu alma de poeta, y esa cara de pillo, jajaja!
ResponderEliminarNo, en serio. Buen relato, es prosa poética de la buena.
Saludos.
Me ha gustado muchísimo...
ResponderEliminarNo es extraño que la belleza se deje ver por tus ojos.
Un beso.
ME ha gustado muchísimo tu blog. Te sigo =)
ResponderEliminarUn beso.