martes, 30 de noviembre de 2010

EN EL FINAL, EL PRINCIPIO

No sé muy bien por donde empezar pero me lo ha pedido un querido amigo y voy a intentar no defraudarle.......Estoy divorciada. Sí, ese estado civil del que la gente habla muy frívolamente sólo porque ahora hay un alto índice de divorcios. Pues bien, es muy difícil pasar por esta situación sin que te deje secuelas importantes.
Lo primero es que no te lo esperas, seguido de una inmensa soledad. Aunque estés rodeada de gente tienes que aprender a usar muchísimo la palabra "sóla". Estás toda una vida, desde que eres una cría, compartiendo tu mundo con otra persona construyendo lo que crees qué es lo que quieres y lo perfecto. Pasas años intentando cimentar un hogar, una casa, unos hijos y una economía en común. En definitiva, lo que llamamos una vida estable. Estamos tan ocupados haciendo esto que por el camino nos olvidamos de lo más importante, seguir enamorados..... y lo que has tardado toda una vida en construir termina en lo que dura el baño de tu pequeña recién nacida. ¿Qué decir sobre esto?......Nada.
A partir de ahí sólo te queda mirar adelante pero, ¿cómo se hace eso? Tengo treinta y tantos y la sensación de no haber estado nunca sola.
¿Cómo empiezo? ¿Dónde están mis amigos? ¿Y mi vida anterior? Intentas volver al mundo y disimulas delante de tu familia, aunque no siempre se consigue, para que no sufran por ti. Sabes que a partir de ahora debes de valerte por ti misma, tomar decisiones y educar a tus hijos sin nadie que te abrace en algún momento y te diga: no te preocupes.......es difícil, podría estar hablando de esto durante días, pero no quiero extenderme demasiado.
Os diré que pasado el tiempo he encontrado mi sitio en esta vida, he luchado por mi trabajo, mis hijos han crecido y son estupendos y tengo unos amigos geniales. ¿Y mi familia? No sé que habría hecho sin ellos, siempre apoyándome en todas las decisiones que he tomado a lo largo de estos años sin cuestionarme NUNCA. No sabéis lo importante que habéis sido, y ahi entráis todos, en mi vida los últimos años. Hago lo que me gusta y tengo una vida propia, esa de la que nos olvidamos cuando estamos con alguien. Dejamos de ser nosotras para convertirnos en madre y esposa y nos olvidamos de quienes somos. Ahora con la experiencia que me da lo vivido, llevaría una relación de un modo muy distinto. Hay que preocuparse más de la persona y menos de lo que necesitamos o creemos que necesitamos para ser felices.
Al final de todo, interpretó que la mejor resolución posible es encontar aquel estado que te permita estar bien contigo mismo, sea el que sea.        


Texto escrito y cedido por una querida amiga. 








  

sábado, 27 de noviembre de 2010

LADRONES DE VIDA

Hablar de violencia de géneros en estos tiempos que vivimos es hacerlo de cientos de personas que cada día son maltratadas, vilipendiadas, violadas, asesinadas y heridas de muerte en su orgullo.

Hablar de violencia de géneros es hacerlo de una lacra social que, aunque en el consciente general parezca ser de nueva vigencia, lleva existiendo desde el principio de los tiempos. La mayor repercusión social, posible gracias a las numerosas fuentes de información existentes, han logrado que sea de un mayor calado entre la ciudadanía. Existen constantes campañas publicitarias, surgen nuevas leyes de protección casi a diario, se suceden continuas movilizaciones y manifestaciones frente al maltrato..........sin duda, esta consiguiéndose sensibilizar a la población ante este mal que jamás será erradicado. Y jamás será erradicado porque a la vista del estado en que se encuentra inmerso el sistema educativo, los problemas de base lejos de desaparecer aumentan por momentos a pesar de exisitir una mayor sensibilización global del tema.


Realmente resulta complejo hablar de este tema en la distancia, pues jamás podremos hacerlo con la misma perspectiva de quién lo sufre o ha padecido. Las razones que puedan llevar a una persona a maltratar a otra realmente son un misterio para mí. Y son una incógnita, porque no alcanzo a comprender cuales son los motivos que puede tener un ser para abusar, vejar, herir y lastimar a un semejante.

Detrás de todo esto, aparecen  los profesionales de la psioclogía y del psicoanálisis que con miles de teorias, nos intentan dejar claro que todos los comportamientos del ser humano racional son comprensibles y explicables. No les quito valor, es más, alabo el intento por buscar respuestas que traten de facilitarnos la comprensión de los actos humanos, pero en ocasiones me suena a justificación.

Justificar ciertos comportamientos sirve, además de para poder reconocer el factor motivador de una cierta conducta o reacción, para buscar el cobijo legal y judicial que pueda necesitarse. La persona que a través del miedo, la agresión y la violencia intenta dominar a otra no habría de tener huida posible.

Las excusas por muy razonables que puedan parecer, no deben ser tomadas como admisibles. Si tenemos que aceptar que de un padre maltratador, los hijos han de serlo también, vamos en el camino equivocado. Las personas tenemos capacidad suficiente para saber diferenciar y distinguir que es digno del comportamiento del ser humano y qué no lo es. Cobijarse tras el amplio escudo del sindrome del maltratador, en el fondo es justificar tus actos en la vida cubriéndote bajo la capa de esta afirmación, demostrando una tremenda incapacidad por revelarte ante todo lo que desprecias. Demasiados molinos contra los que luchar.

Por otro lado, significativo es el caso del hombre maltratado. Da la sensación en apariencia de que es algo inexistente, pero nada más lejos de la realidad. Escasos son los casos de este tipo que se ven reflejados en denuncias y que saltan a la voz pública. La mayoría de estos hombre permanecen en silencio, por el pánico atroz a convertirse en mofa nacional desde el primer momento en que se personan en la comisaria correspondiente a interponer la denuncia de rigor. No esta bien visto aún que el hombre pase de verdugo a víctima.

Y es que en una sociedad que aún conserva en su estructura determinadas bases arraigadas en la tradiciones, en el conservadurismo y en "el que dirán", que una persona libre sienta miedo de denunciar una situación por exposición social, debiera de avergonzarnos como unidad y conjunto.

LLevo años pensando que si al individuo demente que maltrata, se le aislará, señalándole de alguna forma posible para que quedase evidenciado de su condición como tal, muchos se lo pensarían antes de realizar nada.
Y es que no puede ser igual, pasear por tu barrio escondiendo bajo el anonimato tu capacidad de maltrato que hacerlo con la etiqueta identificativa que te muestra como un maltratador en potencia. En el momento que al sujeto se le aisla, queda marcado. Y marcas de ese tipo son precisamente las que nadie quiere que se les vea.

Quizás colocar las fotos de los maltratadores en carteles, al igual que se hacen con los terroristas más buscados, sea una propuesta exagerada porque entiendo que se intente respetar el anonimato de las personas víctimas de los malos tratos, pero ha de existir alguna fórmula por la que un individuo de a pie normal, como tú o como yo, pueda reconocer a un maltratador en plena calle.


jueves, 25 de noviembre de 2010

PÁNICO MUNDIAL

Tengo la sensación de que el fin del mundo está próximo. Y llego a semejante conclusión después de pararme a pensar, en qué estado físico y mental se encuentra el ser humano. Cada día el mundo parece verse afectado por algún mal que acabará con nuestras existencias en el fondo de algún océano.  Estamos rodeados de cientos de alertas que ponen en entredicho nuestra seguridad. Alertas por lluvias, alertas por vientos, alertas por terrorismo, alertas por pandemias, alertas por no llegar a final de mes, alertas por………….

Quizás, esto siempre haya sido así con idea de que la sociedad mantenga la mente distraída pensando en cómo tratar de salvar a los suyos y a sí mismos. Lo que es evidente, es que la persona cree en ello y lo que es aún peor, lo padece. El efecto de toda esta confabulación es significativo. Metidos de lleno en la vorágine del día a día, nuestras vidas transcurren con demasiada velocidad e histerismo bajo los efectos de una ansiedad por querer, por tener y por sobrevivir a ritmo de un sinfónico alarmismo orquestado.

Si en realidad nuestras vidas corrieran tanto peligro como nos quieren hacer creer, entonces, ¿cuál es el motivo para ir con tanta urgencia por la vida? Si de todas formas, el final está asegurado a la vuelta de la esquina, porqué no pararnos un ratito a respirar.

¿Acaso si algún grupo terrorista de estos tan famosos, decidiera acabar con nuestras vidas,  tendríamos alguna posibilidad de sobrevivir? ¿Acaso si un virus de origen desconocido para nosotros, no para quién lo introduce, se acercará amenazador a nuestro sistema inmunológico con el objeto de destruirlo, podríamos evitarlo?

Si la respuesta es negativa, entonces deberíamos plantearnos la posibilidad de pedir educadamente a quién corresponda, que dejasen de bombardearnos con tanta cantidad de alarmas, alertas y prevenciones estériles y realmente nos informarán de la situación real en la que se encuentra el mundo, qué problemas existen y qué medidas se están empleando para solucionarlos. No me interesa saber que Bin Landen o cualquiera de estos, tiene pensado colar un misil por mi terraza, quiero saber quién suministra ese misil a ese señor y con qué motivo.

Si la respuesta es positiva, entonces no queda más remedio que aceptar que no es para tanto, que el mundo está en buenas manos y que sin duda esta reflexión, no es sino una de tantas alertas como se producen a diario, simplemente con la diferencia de que esta vez, la alarma ha sido creada única y exclusivamente por mi mente sin ayuda de ninguna intervención ajena. Seguro que los creadores de alertas ciudadanas, estarán muy satisfechos con el resultado de sus pruebas en mi organismo.


sábado, 20 de noviembre de 2010

¡ FRANCO HA MUERTO !

En tan señalada fecha, para la historia de este país, no podía dejar pasar la oportunidad, de hacer mención al aniversario de la muerte del Generalísimo. En un día como éste, Arias Navarro “el carnicero de Málaga”, hizo a los españoles el mejor regalo que pudiese haberles hecho jamás. En una aparición televisiva de tintes tragicómicos, tuvo el privilegio de comunicar a la nación, que el caudillo había muerto.
Se recuerda este día como uno de los que mayor número de borracheras se han registrado en la historia de este país, ahora junto a la conquista del mundial de fútbol. Y no precisamente porque se necesitará el alcohol para ahogar las penas.

Hoy es un día de celebración para un estado, que malvivió bajo el yugo fascista  durante más de 35 años. Hoy es un día en el que las libertades vencerán a las dictaduras, donde el mundo será un lugar mejor para vivir, donde tu arma no estará por encima de mi voz. Hoy es un día de enseñanza y aprendizaje, en el que convendría de vez en cuando, echar la vista atrás y recordar, que no tiempos pasados siempre fueron mejores. Hoy es un día en el que muchos de nosotros fuimos concebidos por nuestros padres……quizás porque no tenían suficiente alcohol a mano.

Tal día como hoy, un país entero empezó a soltar las sangrientas y crueles cadenas que le mantenían preso a un estado de represión, muerte y condena. Tal día como hoy, una nación comenzó de nuevo a respirar aires de libertad. Tal día como hoy,  Franco murió, y todo su reinado de dolor comenzó a resquebrajarse, dando paso a una nueva era de pluralidad, de consenso, de autodeterminación y de lucha por unos valores democráticos y de equidad.

No celebro tu muerte, festejo el final de la condena que impusiste a este país. Una condena que se llevo pá lante a muchos de los que lucharon por la libertad y la dignidad del ser humano que tú tanto despreciaste.
No conmemoro tu muerte porque tu imagen me sea grata. Lo hago pensando en que ojala, ese Dios en el que tanto creías, te deje estar viendo por cualquier agujero, como por mi barrio caminan libremente las parejas homosexuales, los inmigrantes , las madres solteras trabajadoras, los ateos confesos, las pluralidades ideológicas y demás.

No te hablo desde la venganza, ni desde el odio, pues nací libre. Pero jamás perdonaré que fueses el causante de miles de muertes y torturas,  simplemente por pensar distinto a ti.

Al final de todo, me da por pensar, que quizás, si hubieras nacido en ésta época, cualquier día te hubiese encontrado paseando por el barrio de la mano del carnicero, y seguramente hoy no estaría hablando de ti.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

LA SOMBRA EN LA TERRAZA



No hablo de mì, ni de tì, ni siquiera hablo de alguien a quièn ponerle un rostro. No hablo de un secreto, ni de una historia con final feliz.

Años atràs, una tarde de invierno, con bastante frio y noche cerrada, llegaba a casa despùes de una jornada de trabajo. Me encontraba justo a las puertas del portal del edificio en el que vivo, cuando al introducir una de las manos en el bolsillo para sacar las llaves, èstas cayeron al suelo. Me incline para recogerlas, y en ese preciso momento, al levantar la cabeza, una luz encendida en una terraza, llamò mi atenciòn.

Era la terraza de un piso, del edificio contiguo. La luz era tenue, demasiado dèbil, casi imperceptible. Aùn asì, se podìa atisbar en su interior, la figura sombreada de una persona sentada en el suelo con las piernas cruzadas, el cuerpo echado hacia delante y la postura inmòvil.....dirìa que casi sin vida. Una sensacìon extraña me recorriò el cuerpo. Sin saber a cuentas de que, una inesperada tristeza se instalò en mì durante unos instantes, que me resultaron eternos. Quede allì plantado, cuando al instante, la sombra tomo vida. Se puso en pie lentamente adentràndose hacia el interior de su vivienda y, desapareciendo ante mis ojos. Al apagarse la luz, su presencia ya no era tal, pero la sensaciòn de dolor aùn latìa en el ambiente.

Durante los dìas siguientes, alentado por una curiosidad insatisfecha, intentaba llegar siempre a la misma hora que la primera noche, para poder coincidir con aquella sombra en la terraza, aunque sin mucho èxito.
Una tarde, no recuerdo el motivo, regresè àntes de lo habitual a casa. Cùal fue mi sorpresa, cuando sin ser aùn noche cerrada, y todavìa con los ùltimos alientos de sol, al echar la vista hacia arriba, buscando aquella silueta misteriosa, pude descubrir que tràs ella, se encontraba un hombre de unos 40 y pocos años, de complexiòn normal. Observè como delante de sus piernas cruzadas, descansaba un cenicero, que empleaba para echar las cenizas del cigarro que fumaba lentamente con la mirada pèrdida al frente, inerte.
Èsta vez la sensaciòn de tristeza fue extrañamente intensa. Lejos de desaparecer, se hizò màs presente. Contrariado, subì a casa, con la idea clara de dejarlo pasar.

En los meses sucesivos, el "modus operandi" del hombre en la terraza continuò tal y como tuve ocasiòn de presenciarlo la primera vez. Siempre la misma sensaciòn, siempre el mismo duelo en el ambiente, siempre la misma fidelidad a aquel ritual.

Posteriormente, por motivos personales, deje de residir en aquel edificio durante unos 8 meses. A mi vuelta a èl, y dando por resuelto aquel tema, cierta noche mientras terminaba de cenar en la cocina, el reflejo de una luz en el cristal de la ventana, hizo que me levantase de un salto de la silla y me dirijiese raudo a la ventana. Allì estaba de nuevo, la sombra del hombre ausente.

Esta es la historia...............Una pareja de recièn casados, años antes, habìan decidido que ese serìa el lugar ideal para vivir juntos y crear una familia. Al poco tiempo, de estar allì, ella habìa logrado quedarse embarazada. Era lo que ambos habìan deseados. Todo estaba saliendo segùn lo planeado. Un dìa cualquiera, de un mes cualquiera, ella recibiò la noticia de que andaba enferma en pleno embarazo. Diò a luz a una niña magnìfica, por lo que despùes pude ver. Sin embargo, al poco tiempo, ella muriò vìctima de la enfermedad mortal que le habìan diagnosticado.

El hombre, no pudo soportar el impacto de la noticia, y su mente sufriò un serio revès que le dejo sumido en profundos estados depresivos, de continua tristeza, y sobre todo con un corazòn destrozado. Los padres del hombre, decidieron ir junto a su hijo, para ayudarle a criar a su pequeña hija. Al poco tiempo de estar allì, el padre de èl tambièn falleciò de un infarto inesperado.

Todavìa hoy, se puede ver la soledad y la tristeza de aquella sombra en la terraza con la mirada pèrdida al frente, buscando encontrar de nuevo los ojos de ella mientras fuma un cigarrillo,  inundando con sus llantos vacios, en un lamento eterno.......el ambiente de una atmòsfera tan deshumanizada.

Vivimos en una sociedad, que nos dicta por mandato, la importancia de configurarnos una vida estable, segura e indestructible. Nadie nos prepara, ni nos avisa sobre la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano y, de lo efìmero que resultan las situaciones perfectas en el tiempo. Sòlo el momento puede ser perfecto, depende de tì.




sábado, 13 de noviembre de 2010

APÒSTATA A POSTA

A vueltas con la bendita visita papal a nuestro paìs, he vuelto a recordar los estrechos vìnculos afectivos que me unen a la doctrina cristiana y a sus demonios eclesiàsticos.

No tengo ningùn recuerdo de mi bautismo, salvo las imàgenes que uno haya podido ver en ese album familiar que todos tenemos, en el que nunca falta la tìpica fotografìa que inmoratliza el momento fatal en que nuestra madre nos tiene entre sus brazos, con media cabeza colgando en el aire esperando la caida de la jodida agua bendita en nuestra fràgil cabellera. Alguien se ha parado un instante a pensar, cùal es el motivo por el que los niños lloran en ese momento. No lo tengo claro, pero si me lo plantearà ahora.......que un tio desconocido, con careto represivo y una tùnica blanca cubrièndole el cuerpo ( rollo fantasma o peor aùn, rollo KKK), se acerque hacia mì sin saber con què tipo de intenciones lo està haciendo...........seguramente, andarìa bastante acojonado.

¡Que daño hace en el subconsciente general, los rumores sobre abusos y violaciones a menores! Habladurìas y chismes, nada màs.

De la comuniòn o de las clases de religiòn, no es que no tenga recuerdos, simplemente es que imagino que despùes del trauma post- bautismal, decidì ni siquiera considerarlas como opciòn y evite el contacto con ambas.
Aùn asì, creo evocar que, de forma màs o menos indirecta, participe de algunos actos religiosos propios de esta edad, llegando incluso a tener entre mis manos el magnìfico kit de color blanco repleto de multitud de làpices de colores, rotuladores, etc.....que recibìan todos los niños comunistas (¿se dirà asi?) en tan señalado dìa.
E incluso, en cierta ocasiòn, decidì comulgar con la finalidad de conocer de primera mano el sabor que tenìa la famosa hostia............aunque segundos despuès de su ingesta, descubrì que no era muy oportuno comulgar en pecado mortal (en esos momentos andaba pensando en còmo entrarle a aquella chica tan guapa, amiga de Carmen, que cantaba en el coro......) e incurrir en delito de sacrilegio.

Con la adolescencia pasada, ya en plena adulta laboral, volvì a retomar mis lazos con ellos. Esta vez el que iba vestido de blanco era yo, ironìas del destino. Cada domingo que tocaba trabajar, alla que me dirigìa muy dispuesto, con mi sèquito detràs, direcciòn misa de las 12:00.
Trabajar en un hospital psiquiàtrico regentado por emisarios del señor, requiere pasar por este tipo de situaciones no aptas para no creyentes. Solìa plantearme, mientras observaba a los miembros de mi grupo, allì  arrodillados oyendo sin escuchar ninguna de las sandeces que el cura de turno proclamaba.......què problema tendrìa Dios con mis chicos, para que su paso por las vidas fuese en tales circunstancias. Nunca me contesto. Sigo teniendo fè en que su respuesta llegarà.

Acabado mi paso por aquel lugar, dando por hecho que mis lances afectivos habìan terminado tras varios años de silencio e incomunciaciòn por ambas partes, de nuevo el santìsimo me llevo a su lado. Fue a raiz de un almuerzo con una gran amiga, cuando el tèrmino apòstata entro a formar parte de mi vida. Siguiendo los procedimientos indicados, se presentò el dìa en que me encontrè frente a frente con un otrora amigo, de nuevas enemigo mortal.

El clèrigo en cuestiòn, de unos 90 años ( a ellos no les preocupa demasiado la problemàtica sobre si la jubilaciòn se retrasa  hasta los 67 ), tras una larga pausa, clavò su mirada cansada en mì y procediò a decirme:

-¿Sabe usted a lo que renuncia y que supone el paso que esta a punto de dar, hijo?
- Sì, pero si usted es tan amable, le agradecerìa que me lo recordase.
-Veràs, hijo......convirtièndote en apostata, no tendràs derecho a hechos de suprema valìa para el ser humano. No podràs casarte por la iglesia, no tendràs oportunidad de sacar ningùn trono, ni pertenecer a ninguna cofradìa........entiendes lo que te digo, hijo?

Una profunda tristeza invadiò mi ser. Habìa sembrado en mì, serias controversias morales. Aùn asì, no supe como decirle que me habìa tentado con sus argumentos y que ya no querìa ser apostatario. Finalmente, decidì seguir adelante con mi idea inicial. Pasado un intervalo de 15 minutos, tiempo que tardo el clèrigo en escribir 5 lìneas en una màquina Olivetti de 1956 a velocidad monodedal, salì del recinto eclesiàstico con mi papel en la mano que daba fe y constancia de mi divorcio y ruptura total con ellos.

Y ahora aparece este señor, contàndonos que el aborto es un asesinato, que las mujeres no deben de seguir evolucionando, que si somos un paìs dividido por tener pluralidad ideològica, que si.......... Discùlpeme, buen señor, pero mi vìnculo con usted ha terminado. Perdone si le oigo pero no le escucho.

sábado, 6 de noviembre de 2010

BARES Y HOMBRES

No suelo mezclar amistades (craso error)......la situación no tiene desperdicio. Supongo que se debe a que muchos de ellos parten de relaciones anteriores y resulta tontamente complejo mezclarlos......¡También podrían revelarse contra mi!

Al observarlos a ellos puedes obtener tu imagen en un espejo: sus similitudes, diferencias, afectividad temporal..... Sin duda, para mí es màs fructífera la post ruptura que el idilio en sí, es como ver un cuerpo humano a través de una limitada radiografia o estar en un quirófano. No es un pensamiento caótico, no nace de la inseguridad, ni tengo el placer de ser lo que quiero ser, hoy.
Al hablar de ecología, casi todos lo hacemos de afuera hacia dentro y es el orden inverso, el que suele dar soluciones aceptables (menos los enredos en el pelo).
Ellos hablan de amor en un bar.....¡Sorprendente! (y eso que a ambos les une el fútbol y el desempleo). Pues no, hablan de "amor". Sólo han tomado una cerveza y casi no se conocen...... ¿dónde queda la importante muestra entre machos de su dureza? ¡Hurra! Por fin puedo dar fé que que evolucionamos en algo.

- La fidelidad es complicada, simplemente seguimos patrones que nos traen problemas, tendríamos que madurarlo y aceptar.
- Con la "pechá" de cosas que suceden en el transcurso de los años, es fácil encontrar màs personas que te aporten aparte de tu pareja y, si el sexo coincide con el que te atrae, como no vas a sentir.

Aunque no todo el mundo lo admite, yo lo entiendo y soy capaz de vivirlo en la práctica. La conversación avanza.......ya hablan de tener hijos.

- Casualmente una pareja, padres recientes, ha vivido algo similar. Ella le ha ¿engañado? con su mejor amigo.
Los dos comentan:
- Es normal, yo estaría igual de jodido.

Sonrío. No todo está hecho, queda un largo viaje.

Ni a favor ni en contra. Solo digo, sin tratarse de mi, de ellos, ni del amor de lo que hablo, que serìa mucho mas ecológico dejar de lado aquello que nos han enseñado, que ya no creemos y que a veces daña.
 

viernes, 5 de noviembre de 2010

UN DÌA EN LA OFICINA

Once y media de la mañana. Mientras espero turno (LETRA E, Nº 152) en mi còmplice cola del Inem, tengo como compañera durante mi larga espera, la presencia de la cèlebre frase......." EL TRABAJO DIGNIFICA AL HOMBRE. "


Justamente, en el momento en que empiezo a tomar consciencia plena de su compañìa, no sin cierta dosis de pànico comedido, decido buscar con aparente discreciòn, alguna càmara oculta entre la sala atestada por màs de un ciento de personas que pretenden ser y sentirse muy dignos. Tras un rato de bùsqueda casi enfermiza, descubro para mi sorpresa, que ni la càmara, ni el colega cabròn de turno, ni los actores de la supuesta broma, aparecen.


Inmerso en una extraña  incertidumbre, acude en mi rescate la dulce voz pròxima, de una chica, unos 20 años, con atuendo tìpico de domingo malagueño ( dìcese....pijama ya de franelita y babuchas de paño, recogido en la cabeza tipo fuente y unos rabillos de ojos pintados en negro muy bien perfilados), que de un bofetòn me devuelve a la realidad.


- Ya ve tù, toa la mañana aquì perdìa pa nà. Totà, si no nos van a da trabajo.....pa què mierda tenemo que venì aquì. Que son tos unos sinverguenzas. Con la de cosas que tengo yo que hacer......


Justo al lado, se encuentra, un hombre de mediana edad ( el tìpico hombre que parece que vive dentro de la cola porque siempre hay uno en ella.....dìcese, vestimenta entre arreglado e informal, periòdico gratuito bajo el brazo, carpeta repleta de papeles en la mano, y un profundo conocimiento sobre todos los temas existenciales) que no ha podido dejar de prestar atenciòn, y que como quièn no quiere la cosa, replica a la chica:


- Chiquilla, tendremos que venir aquì a pedir trabajo, sino el gobierno còmo va a saber que no tenemos y que, queremos uno. Si nos quedamos en casa nadie se entera, porque si hay que esperar que los sindicatos hagan algo.......apañaos vamos. Fijate tù, que sòlo se han movido cuando nos han dicho que las pensiones se congelan y la edad de jubilaciòn se retrasa a los 67. ¡ Si es que cuando te pica el orgullo, es cuando te rascas!
A lo que ella, responde: - Aroo, ensima eso, màs trabajà y menos gana......si es que son tos unos granujas. Asì està el paì.........


Llegado a su fin, la joven malagueña con aparente enfado, sale a la puerta de la oficina a fumarse un chester-light, mientras que el señor queda inmerso entre la multitud de papeles que aloja en su carpeta.


De vuelta a mi mundo, observo como mi nùmero ha pasado de largo, distraido ante la ilustradora charla a la cùal he podido asistir entre dos desconocidos de mundos distintos, unidos por una misma causa. Por un momento, me han mostrado la realidad de unos ideales cuyos valores se encuentran en la cultura y sabidurìa popular, màs alla de los complejos, sibilinos y falsos contextos en los que suelen enmarcarlos las clases polìticas y ecònòmicas.
Mientras me marcho, sin despedirme, con cierta desorientaciòn, pues no sè si estoy saliendo de una oficina del Inem o del Mercadona de la esquina, constato como algo meramente utòpico, que quizàs seria conveniente plantear a aquellas personas encargadas de mover los hilos de los cuales penden nuestras vidas, que pasasen màs tiempo en una oficina de èstas o en cualquier puesto de frutas anònimo, y asì escuchar la autèntica voz del pueblo.

http://www.youtube.com/watch?v=04ZOMQH6gu0&feature=related