jueves, 28 de abril de 2011

NOTAS EN EL CORCHO

Dejar correr por mi garganta las palabras exactas que demuestren que me hace sentir la melodía de un violín melancólico, el contacto de mi rostro con los rayos del sol en días de invierno, el roce de tus dedos sobre mi espalda. Revelar al mundo que hay más de lo que puede verse desde el exterior, que hay un cuerpo capaz de convertirse en ensayista al filo de una ventana abierta al vacío.


Escapar de la mesura de la razón absorto en naufragios enloquecidos durante los primeros días de cada mes. Cincelar las estatuas de sal que sufran de abandono momentáneo. Trazar el camino que guíe la espuma del mar hasta unos pies algo agrietados.

Descubrir que soy esclavo de palabras buscadoras de naturaleza viva mientras trato de perseguir esencias carnales con las que impregnar los cimientos más dañados. Curiosear entre nubes grises y claras, enormes y pequeñas, serenas y furiosas.


Soñar mientras juego, sonreir mientras camino.