lunes, 31 de enero de 2011

RETALES DE UNA HISTORIA

Levanta una nueva mañana en la ciudad. Las calles permanecen vacías. Sales poco fuera por miedo a encontrar con viejas fantasmas. Permaneces encerrado en un doloroso caparazón del que has renunciado a salir; confiaste el corazón al destino para acabar siendo retales esparcidos en la naturaleza. Ahora vives sin él dentro de un mundo imaginario dónde no esperas visita; las paredes de vuestra pequeña casita, ahora huérfanas de todo afecto, aparecen como testigos de la desintegración humana de un desconocido que entregó su alma.

Le cuentas que aún tus huellas permanecen impresas en cada rincón. Pensaste en deshacerte de ellas sin demasiado éxito, faltó el valor necesario para lograrlo. Quizás para otros resulte más sencillo combatir el dolor, para ti no. Eres víctima de la debilidad humana.

Aún puedes ver la silueta dejada por sus manos sobre tu piel, intentaste borrarlas después de irte sin demasiada recompensa. Cuando la fatiga te vence, regresan para advertirte que permanecen a tu lado, jamás dejarán descansar tranquilo el corazón. Sabedoras de la fascinación que despiertan en ti no renunciarán a este alma que tanto las adora; renuncian a despertar del sueño que fue y quebró.

Fascinaciones por momentos eternos asoman ante la puerta esperando la ocasión idónea para colarse de nuevo dentro. Lejos de ahuyentarlos, les recibe con el respeto que se merecen pues siempre serás bien recibida entre los límites que te forman. El silencio te acompañará como hasta ahora; no queda más que esto en vuestra realidad.

Quizás en otra vida pueda ser distinto, quizás ahí el sueño nunca llegue a destruirse y permanezca por siempre, quizás esta sea la dimensión equivocada, quizás seáis personas distintas……………demasiadas interrogantes que cuando resurges de donde estás, vuelven a perseguirle en la más sincera lucidez.



jueves, 27 de enero de 2011

YO, YO MISMO Y ELLA

Refugio entre parajes selváticos de difícil acceso forman el abrupto paisaje que puedes dibujar ante mí. Carezco de medios para llegar hasta allí, las brújulas declararon su rebeldía y me negaron el derecho a usarlas. Busco mapas en librerías de la ciudad dónde pueda encontrar la ruta exacta que me indique los pasos que debo seguir para acabar con mis pasos a las puertas del refugio. Llueve fuera, está demasiado oscuro como para emprender ahora la marcha, quizás sería mejor posponerlo para mejor ocasión, más adelante pudiera ser.

La niebla lo envuelve todo, comunican en los partes del tiempo que la situación tiene pocas vistas de mejorar en los próximos días. Lamento quedarme aquí, no soy dado a la espera. En esta ocasión, habré de aguardar mientras envuelvo las alas dentro de un viejo armario de madera que descansa vacío y sereno junto a mi cama. Despliego los ropajes de clausura y prevención sobre el suelo, no recordaba qué forma ni olor tenían. La memoria breve e instantánea suele traer esa ventaja en ocasiones, te proporciona cierto ausentismo necesario para continuar creciendo.

Dentro de los ropajes olvidados compruebo lo mal que me siguen sentando estos telares en el ánimo, la piel se enfría y las facciones del rostro mudan en alguien a quién no conozco. Vuelco todos los espejos para no ver reflejada la imagen de alguien que no quiere ser, las luces permanecerán apagadas hasta que la luz del sol inunde de nuevo cada rincón de la estancia.

Siento que me comporto como un mal paciente rebelde que no admite tomarse la medicación recetada. La presión de los ropajes sobre mi cuerpo actuá como camisa de fuerza sobre el alma. No soporto este infierno de medición, espera y racionalidad autoimpuesto, necesito librarme de estas cadenas que inmovilizan los sentidos contra natura. La impaciencia, siempre ella.

miércoles, 26 de enero de 2011

EL MUNDO EN SILENCIO


¿Alguno se ha preguntado alguna vez como sería su vida sin tener la capacidad de oír? Es posible que os haya surgido esa duda, por ejemplo al ver a dos personas por la calle hablando por gestos (como diría normalmente la gente). Pues sería igual que la de cualquier otro que sea oyente, ya que eso que llaman “gestos” no es más que su lengua natural, la Lengua de Signos Española (LSE); una lengua reconocida como oficial, gracias a la cuál las personas sordas se comunican de igual forma que lo hacemos los oyentes con la lengua oral.
Otra cosa que me gustaría aclarar antes de continuar es el concepto de “sordomudo”, el más conocido por aquellos que desconocen el mundo sordil. Las personas con deficiencia auditiva no son sordomudos, son sordos sí, pero ¿porque nos empeñamos en llamarles mudos también si sus cuerdas vocales funcionan perfectamente? Lo que ocurre es que al no tener esta capacidad de audición no desarrollan el lenguaje oral, como los oyentes, pero tienen voz y gritan y se ríen como todos aquellos a los que les funcionan dichas cuerdas.
¿Que ocurre cuando las personas sordas tienen que comunicarse con los oyentes y estos no conocen su lengua? Que necesitan la figura del Intérprete de lengua de signos (ILSE), éste es el puente de comunicación entre ambos colectivos y debe cumplir una serie de normas, como por ejemplo:
-        Ir siempre vestida de ropa negra, para facilitar la visión de las manos al usuario y así cansar menos su visión.
-        Todo lo que se habla dentro del trabajo es información confidencial y no puede ser utilizada en beneficio propio.
-        Debe ser neutral, nunca puede ofrecer su opinión, hay que limitarse a transmitir lo que oyes y nada más.
El ILSE trabaja con las personas sordas en diferentes ámbitos. Para mí el más gratificante es el ámbito educativo ya que, aunque sólo seas un puente de comunicación entre oyentes y sordos, sientes que tu trabajo es más fructífero que en otros entornos. Gracias a esa información que interpretas, estas personas pueden cultivarse, continuar desarrollándose y formarse en igualdad de condiciones que lo haría un oyente.
Para realizar este trabajo se necesita máxima concentración ya que todas las palabras del castellano no se corresponden con un signo, aunque si la mayoría; en los casos que no resulta así hay que explicar el concepto de dicha palabra, buscar un sinónimo y cuando está clara, llegar a un acuerdo con el usuario para darle un signo, así la próxima vez que salga en el discurso rápidamente hacemos el signo acordado. Todo esto durante 4 horas mínimo al día, con lo cuál cuando acaban las clases, el ILSE acaba agotado mental y físicamente porque el movimiento de manos, brazos y dedos no es menos cansino que el esfuerzo mental.
Aunque en teoría deberíamos signar durante no más de 20 minutos y descansar otros tantos, en la realidad educativa no es así; si cuesta poner a un ILSE cuanto más dos para que se cumplan los descansos. Esto solo ocurre en conferencias y en eventos que se suponen más serios o que van dirigidas a un mayor número de usuarios, aunque para mí la educación de una persona es más seria que cualquier conferencia. A pesar de estos pequeños inconvenientes, como profesional, me siento muy orgullosa de lo que hago.
Cuando veo que el usuario hace una pregunta relacionada con aquello que le estoy transmitiendo significa que sigue el esfuerzo que estoy realizando. En ese caso es él quién signa y yo soy su voz, sin añadir ni eliminar información; debo hablar en primera persona, evitando decir: “él dice…..” Esto en ocasiones confunde al receptor, ya que piensan que realmente el que habla soy yo con lo que he de andar aclarando que quién lo hace es el usuario.
Otra situación muy graciosa es cuando notas que todos sus compañeros, sobre todo al principio, no paran de mirarte en lugar de atender al profesor/a; lo cuál si te dejas llevar puede distraer un poco aunque acabas acostumbrándote a esas miradas sorprendidas. Incluso cuando acaban la clase, vienen a preguntarte que significa esto que has hecho antes o como se dice tal cosa. Poco a poco, todos nos vamos acostumbrando, los alumnos a que yo esté en clase, y en mi caso, a sentirme observada por los demás en todo momento sin que esto influya en mi trabajo.
En fin, esto es a “grosso modo” la aventura de ser un ILSE en el ámbito educativo.

Texto escrito y cedido por una amiga, a la cuál le agradezco el tiempo, la dedicación y el hecho de querer participar y hacer partícipe a los demás de una profesión y un mundo en silencio del que tantos buenos valores podemos aprender. 



domingo, 23 de enero de 2011

TEORIAS Y REALIDADES

Alertados por la llegada de una tormenta, las aves migratorias deciden comenzar el tránsito que las aleje de allí. Despiertos los instintos disponen todo el equipaje y de manera urgente, levantan el vuelo en busca de buen tiempo. Asumen la falta de capacidad para, desde un tiempo a esta parte, estar preparado para aguantar la tormenta bajo la lluvia. Ahora simplemente observar la lejana presencia en el horizonte de una amenazante borrasca quiebra los sentidos.

Si algo caracteriza al cuerpo es su buena memoria, puedes dejar caer al olvido los recuerdos pero las sensaciones no se pierden. El tiempo suele lograr que mudes de piel, que te hagas cada vez más mayor, que modifiques conductas….pero las vivencias hechas cicatrices seguirán a tu lado por siempre. No se trata de frotarlas con energía para tratar de borrarlas, es más cuestión de admirarlas, cuidarlas y escuchar lo que tengan que decirte.

El estado de las costuras que unen cada centímetro de nuestra piel será el fiel reflejo de nuestra realidad, no habrá más que fijarse en ellas para saber la verdad. Tensas y robustas, sueltas y débiles, desgastadas y rotas, nuevas y fuertes. Los estados anímicos ven, así, como quedan reflejados al exterior sin necesidad de la palabra.

Es cierto que cada organismo es distinto, funcionamos de formas muy diversas. Asumido esto, comprendemos que las respuestas varían en función de la persona. También asumimos que los procesos digestivos no entienden de límites horarios ni de fechas marcadas en el calendario. Por supuesto, somos conocedores de lo imposible que resulta empatizar tanto como para ponernos en el lugar del que padece. Sabemos que medidas adoptar para tratar de ayudar cuando alguien nos necesita, nos permitimos asesorar a los demás tanto si lo requieren como no. Entiendo con todo esto que estamos sobradamente preparados para afrontar cualquier situación cuando es necesario.

Reconocidos los hechos, por mi cabeza sobrevuela una pequeña incertidumbre por resolver. Si realmente tenemos  la preparación, los conocimientos y todo lo demás a nuestra disposición......... ¿cómo es posible que no sepamos aplicar toda esa supuesta sabiduría cuando los afectados somos nosotros mismos?

viernes, 21 de enero de 2011

SUMMER 78

                                 ¿Serías capaz de pararte un ratito a respirar?

                       Te invito a cerrar los ojos y dejarte atrapar por la melodía.

                                                ¡QUE DESCANSES!               

                                


                                 GRACIAS POR EL REGALO, SEÑORITA

martes, 18 de enero de 2011

EN LA CIUDAD DORMIDA


En la ciudad dormida donde descansan los sueños se encuentra sepultado bajo otros tantos la mayor de las fantasías soñadas por el hombre. Desconocida es su procedencia  primitiva, se ignora quién fue su creador y en qué momento tuvo lugar su gestación. Otros muchos creyeron soñar con ella, nunca fue así. Los estados oníricos si de algo pueden presumir es de independencia y personalidad, ajenos a la voluntad de la razón se instalan en las zonas del subconsciente más profundo para, desde ahí, pasear por el maravilloso mundo de la ficción. Lo que allí dentro ocurre, por mucho que se molesten en tratar de interpretarlo, es de uso reservado. Al igual que pretende quedar al margen de la más fiera realidad, únicamente defiende territorio al saberse amenazado de visitas inesperadas.

La realidad trata de imponer decreto, cuenta con la masa social ávida de racionalidad y realismo afianzada en estados dictatoriales y represivos de la consciencia. Esta te mantiene preso y aferrado a una verdad que quizás no sea la que tú hayas querido mientras que en tu cabeza, la certeza sea muy distinta.
El mundo real bajo el prisma de tu fantasía daría paso a una existencia verdaderamente plena, en su teoría, pues en él aparecerían posibles deseos, posibilidades y secretos que, siempre ocultos bajo las faldas del hermetismo más absoluto, jamás verían la luz pública por miedo a posibles reproches sociales y aislamientos en centros de reclusión psiquiátrica.

Realmente las limitaciones en su mayoria más relevante parten de nosotros.....¿ qué tendríamos que perder si decidiéramos ir dejando atrás todo ese pesado lastre que permanece adherido a nuestra piel? Plantear la opción de ir desnudando cada vez más el cuerpo y el alma pudiera ser la fórmula que más nos acercara a ver cumplido esa gran fantasía de sueño común, donde aparecemos rasgando las vestiduras que siempre nos han acompañado y que, en mis devaneos nocturnos entre sábanas, cada vez aparecen más rotas y lejanas.

lunes, 17 de enero de 2011

EL VIEJO ARCÓN

Cuadernos de bitácoras completos y repletos de notas descansan en las profundidades del viejo arcón; yace olvidado en la habitación más recóndita de la casa. La llave desapareció con la última mudanza, así que ahora es complejo de poder abrir sin dañarlo. Quizás debiera acudir a algún artesano próximo, quizás fuese mejor dejarlo cómo esta y buscar un nuevo objeto donde dar cobijo a nuevos pensamientos, quizás sea mejor opción probar a escuchar lo que tenga que decir.

Sentado sobre una vieja alfombra, decenas de papeles arrugados esparcidos a lo largo del angosto suelo forman parte del paisaje que ante mi asoma. Decidido a escucharlo, no pierdo un segundo en levantarme de donde estoy para salir corriendo hacia cualquier otro lugar. No sin antes haber terminado de escuchar todo lo que tenga que decirme. Esta vez no es suficiente simplemente con oírla como habituó.
Pasan las horas sin obtener absoluta respuesta, pareciera que sus labios hubiesen sellado víctimas de un extraño proceso de solidez mineral. Impenetrables murallas parecieran levantarse en mi presencia, ¿buscará distanciarse de mi?

La diversidad de posibilidades abiertas dan origen a un abanico multicolor en el cuál, cada color representa con su huella dactilar personal, el género al que pertenece cada una de las respuestas imaginadas. Ríos de tintas policromáticas circulan calle abajo buscando una rendija por la que poder filtrarse para acabar desembocando al mar. Este las estará esperando impacientes ante la evidente demora. Les preguntará por su tardanza y ellas, aún afectadas de una preocupante afonía, darán el silencio por respuesta.

De vueltas al punto de partida, conservando la posición primaria, los plazos comienzan a desesperarse ante la inusitada ausencia de palabras silbantes en el aire. Lucha de gigantes entre razón y corazón desatan su más intensa furia por ver el mundo desde el punto más elevado posible. En medio de tan cruenta batalla desatada, surge desde la superficie del polvoriento arcón una suave voz que devuelve a la atmósfera a un estado de tensa calma.

Es una voz muy débil, imperceptible para el oído más fino. No se adivina que puede ni pretende decir. Miradas incrédulas tornan sus rostros; silencio reinante y capacidades reaccionarias dormidas comforman la escena común a ellos. Desaparece cualquier osadía previa dada a cuestionar o a mover uno sólo de sus voluptuosos músculos. Por primera vez, en mucho tiempo, parece que ambos están de acuerdo en algo y es que, sin un concilio interno difícilmente se puede alcanzar cualquier meta fijada. Quizás se trate de indagar en los porqués más profundos y averiguar como lograr que dos enemigos tan acérrimos acaben por estrechar sus manos en un gesto de buena voluntad. Podría ser éste un buen comienzo.

sábado, 15 de enero de 2011

SIN DEMORA

Alimentamos nuestras almas de anhelos, deseos y esperanzas por alcanzar, son fuente inagotable de la cuál manar para revigorizar nuestras energías. Sin ellos nuestras vidas estarían tristemente vacías pues no se vislumbraría objetivo definido por cumplir. Presentan distintas formas, envoltorios diversos de mayor o menor magnitud con diferentes grados de complejidad. El abanico se nutre de todos ellos, todos tienen cabida allí dentro. Algunos verán como llegarán a ser cumplidos y ejecutados, otros por el contrario ni siquiera llegarán a aproximarse a intento.

El hombre dado a soñar e imaginar con cotas demasiadas altas suele obviar, por su relativa accesibilidad, los deseos más próximos limitando su campo de atención a empresas mayores, retos que al ser logrados reciban la aclamación popular. Resulta una evidencia comprobar cómo apostar por esta determinación suele llevar a algunos estados de exasperante desesperación y frustración, pues a mayor empresa mayor dificultad y menores posibilidades de éxito final.

El resultante de todo esto acaba siendo un ejército de individuos sumidos en estados permanentes de ansiedad por causa y efecto de un idilio no correspondido. Existe cierta tendencia autodestructiva para el estado nervioso del ser humano, consistente en someternos a una exigencia máxima de rivalidad y competencia entre sui géneris. El ansia por ser y aparentar lleva nuestros corazones a latir con demasiada sobreexcitación. Hemos conseguido hacer de nuestras existencias un circuito de carreras por la que circulan  autos carentes de frenos, pues no se trata de ir más despacio sino, contrariamente, de conducir más veloz que el rival para así poder llegar a la meta en primer lugar.

En un mundo de prisas, de enorme competitividad, donde predominan las apariencias y los estereotipos del mundo neoliberalista, las medallas y los golpes de pecho………si en este mundo, en este momento, te quitarán de golpe todo eso, ¿qué te quedaría sino el más enorme de los vacíos? Ha de ser triste despertar  y ver la imagen de un desconocido, asustado, reflejada en el espejo sumido en un delirante estadio de incredulidad e incertidumbre ante la presente realidad que acaba de mostrase ante sus ojos.

viernes, 14 de enero de 2011

PEQUEÑO HOMBRECITO


"¿Qué derecho tienes para darme lecciones?" Puedo ver esta pregunta en tu mirada temerosa. La oigo de tu arrogante boca, Pequeño Hombrecito. Tienes miedo de mirarte, tienes miedo de la crítica, Pequeño Hombrecito, lo mismo que tienes miedo de la potencia que se te promete. No sabrías utilizarla. No puedes imaginarte que un día podrías sentirte de distinta forma: libre y no acobardado, sincero y no traicionero; que puedes amar en pleno día y no clandestinamente como un ladrón en la noche.

Tú mismo te desprecias, Pequeño Hombrecito. Dices: "¿Quién soy yo para tener una opinión personal, para decidir mi vida, para decir que el mundo me pertenece?" Tienes razón: ¿Quién eres tú para reclamar tu propia vida?

Te voy a decir lo que eres:
Te distingues de los hombres realmente grandes, sólo por un rasgo. El gran hombre ha sido como tú un pequeño hombrecito, pero ha desarrollado una cualidad importante: ha aprendido a ver dónde era pequeño en su pensamiento y en sus acciones. En la realización de una tarea escogida por él mismo ha aprendido a darse cuenta de la amenaza que representaba su pequeñez y su mezquindad. Entonces el gran hombre sabe cúando y en qué es pequeño. El Pequeño Hombrecito no sabe que es pequeño y tiene miedo de saberlo. Cubre su pequeñez y debilidad con fantasías de fuerza y grandeza, la fuerza y la grandeza de otros hombres. Está orgulloso de sus grandes generales, pero no de sí mismo. Admira las ideas que no tuvo y no las que sí pensó. Cree mucho más en las cosas que no comprende, y no cree en las veracidad de las ideas que entiende más facilmente.

Fragmento extraido de la obra " Escucha , Pequeño Hombrecito" de Wilhelm Reich. Documento humano escrito en 1945 que surge como réplica silenciosa al comadreo y la calumnia. Proclama entre sus páginas la confianza en los inmensos tesoros inexplorados que se esconden en el fondo de la naturaleza humana y que están previstos para colmar las esperanzas de los hombres.

martes, 11 de enero de 2011

LA BELLEZA

Siempre que pasaba por su puerta la encontraba cerrada. Desconocía los motivos pero jamás conseguía encontrarla abierta. Pegué a su timbre, nunca salió nadie a recibirme, ni siquiera atisbaba señales de vida en su interior. En ocasiones, pensaba en trepar por el árbol que llevaba hasta su ventana  pero una falta absurda de valor me hacía volver sobre mis pasos para reencontrarme con los inicios.

Ignoraba como podrías llamarte y moría por saber cuál era, deseaba conocerlo para por fin ponerle nombre a la belleza. Imaginaba como podrías ser, gritaba tu nombre en mitad de la noche, nunca contestabas. En el silencio más intenso, apenas dormía sometido al embrujo contenido en tu caminar ante unos ojos atrapados en largas noches de asueto.

Vencido por la desesperanza, en ocasiones descubría mi cuerpo ausente a mí. Pretendía huir a mi control e ir a dónde pudiera sentarse a tu lado, donde pudiese sentirte cerca, donde poder cogerte de la mano y con el ceño fruncido preguntarte si de verdad...............tenías nombre. 


Ahora, te descubro y te observo a cada paso. Admiro tu elegante discreción escondida entre los detalles más pequeños. Ahora........ te veo en todas partes.

domingo, 9 de enero de 2011

SEMBRANDO FLORES

- Usted, don Floreal, nos juzga como los demás hombres, y no está bien tal juicio en alma superior.
- Si ha venido usted para convencerme de que la Compañía de Jesús y las demás congregaciones religiosas se componen de ángeles, puede usted retirarse.
- No, señor; no he venido con el fin que usted supone, aunque no de ángeles, sino de Ministros del Señor están compuestas las congregaciones religiosas. He venido a saber si desea usted ponerse a bien con Dios.
- Más difícil que ponerse a bien con Dios es ponerse a bien con los hombres, y lo he conseguido.
- En este caso confiesa usted que le costará poco trabajo ponerse a bien con Dios.
- No, quiero decir que me costaría poco en el caso que Dios existiera -repuso Floreal.
- ¿Ah! Con que usted es ateo- exclamó el jesuita con fingida sorpresa. -¡Nunca lo creyera en una persona de la inteligencia de usted! Herejes ha habido muchos en el mundo; herejes que no han creido en la religión católica o en alguna otra, pero herejes de Dios no ha habido ninguno. Es usted el primero.
- Me felicitaría de ello y lo sentiría por la humanidad si fuese cierto lo que usted dice; más no lo es. Si los sabios no fuesen hipócritas, todos se hubieran declarado ateos. También se lo declararían si no ambicionaran más dinero o más comodidades que las que pudieran agenciarse diciendo la verdad. El día que deje de ser reina del mundo la hipocresía, se acabarán los dioses y las religiones; se acabarán también los Ministros de Dios.
- ¡Me llama usted hipócrita!
- Me ha parecido menos enojoso y más justo que llamarle tonto.
- Veo que es usted incorregible.
- Soy sincero. Usted viene a confesarme a mi y quién debería confesarse es usted. Usted viene a convertirme a mi y quién debería convertirse es usted; porque usted ha cometido más pecados que yo y vive mucho más equivocado que yo también.
- Según su opinión- dijo el jesuita.
- Según los hechos de cada uno- replicó Floreal.
Otra vez quedo el cura un tanto perplejo; luego dijo:
¡Qué lástima que no sea usted de los nuestros!
- ¿De quienes? - preguntó Floreal.
- De los creyentes.
- Si precisamente aquí el creyente soy yo y usted el incrédulo. Usted no cree en nada y sólo hace como que cree en Dios. Usted no cree en la virtud. Usted no cree en el amor. Usted no cree en el hombre, en la bondad del hombre. Usted no ve más que tinieblas en la tierra, y, como sólo ve luz en el cielo y duda de que el cielo exista, usted no cree en nada. Si usted y los suyos creyeran, ¿acaso habrían cometido tantas maldades?


Fragmento extraido del libro "Sembrando flores" de Federico Urales escrito en 1906.

sábado, 8 de enero de 2011

DUALIDADES AJENAS


Estrellas circulares rodean lugares oscuros pretendiendo con su luz iluminar disimuladamente sus rostros. Son ajenos a la superficie, se encuentran bajo suelo vital ocultos de las miradas extrañas. Llevados  a esconderse por complejos pasados que no admiten haber superado y que aún sobreviven dentro, no desean probar con nuevos intentos. Acomodan sus existencias al lento paso del tiempo, deseosos de que al fin la arena del reloj termine por decantarse por completo hacia un lado. Desestiman propuestas presentes y proyectos a corto plazo por miedo a que de nuevo se reproduzcan los viejos compañeros de fatigas. Ante la bombilla que se ilumina, el palo en la mano para hacerla saltar en miles de pedazos por los aires.

No se admiten ilusiones ni posibilidades que puedan traer consigo futuros dolores de corazón, no se admiten estados fragmentados por la pena nuevamente. Ante ello, miles de excusas y de porqués de disculpas previas y defensas que actúen como meras corazas escuderas tan frágiles en su realidad que un leve suspiro de aire pueda tumbarlas al suelo más frío.

Suspiros por no haber hecho al final, requiebros de voces afónicas de tanto gritar arrepentidos por ello, penas por dejar en el olvido peticiones desatendidas y olvidadas. Libertades que se mueren con apenas diez segundos de vida, víctimas de juicios mal definidos desde su entrada en la sociedad infecta. Voces trémulas víctimas de un incontenible sentido de lo correcto, del orden, de la mesura. Dualidades de pensamiento motivadas por caracteres retrospectivamente anclados en marcos tradicionalmente idóneos. Naufragios de esperanzas que ven como presas de sí mismas acaban por ser arrastradas hasta las puertas de la catedral del mar.
 
Duermen los límites de la realidad bajo cielos que se me antojan lejanos a razón de lo visto. Pueden ser tan diversas las perspectivas que gracias a ellas obtengo respuestas a tantas inquietudes que puedan aparecer. En estos mismos límites comparecen personajes de tan variada forma y carácter como apetecen, de fácil aceptación y presencia mundana apreciada. Respeto las alternativas por complejas que se me antojen, valoro los intentos por reaccionar y accionar los tejidos del cuerpo e imagino que en medio de todo, los tiempos seguirán acompañando a las estaciones fieles a sus principios.

martes, 4 de enero de 2011

MALDITOS BASTARDOS

Cuanto más fuerte trato de inhalar el aire más costoso resulta para los pulmones completar el aforo de oxígeno. Si no respiro profundamente más a menudo es para tratar de no ahogarme, tantas cosas acabarían por incendiarse al final del día por combustión interna. Ardería el cuerpo desde sus entrañas, quizás así el cuerpo sanaría dotado de una mayor firmeza y enfrentaría su ánimo ante las malditas estupideces humanas con mayor serenidad.

Los intentos por no asfixiarme radican siempre en las mismas fuentes, en los mismos orígenes. Esta anaerobia corporal a menudo viene provocada por idénticos lobos de caretas diversas. Distintas etiquetas que bien podrían conjuntarse en una única distinción conjunta que sirviera para denominarlos a todos por igual, debidamente alineados como los tiernos borregos que sestean por los verdes campos del mundo. No me preocupan aquellos que mueven los hilos en la sombra, son los idiotas que hablan por bocas ajenas los que realmente me llegan a inquietar pues no hay nada más imposible que tratar de razonar con fanáticos de la razón.

En épocas complejas, demasiados son los comportamientos egoístamente insolentes que cada día podemos observar en cada rincón. Lejos de ayudar, existe un orquestado empeño por remar en dirección opuesta con la maquiavela finalidad de continuar ensanchando cada vez más el agujero existente en la superficie, conscientes de que muchos serán arrastrados hacia el fondo sin esperanza alguna. Precisamente quienes más se quejan suelen ser los que más callados debieran de estar, pues sin duda, no son ellos los que se encuentran en situaciones precarias ni de austeridad.

Harto de escuchar hablar de la crisis económica, de la crisis de la familia y de la crisis de valores educacionales y tradicionales. Harto de no escuchar ni una sola propuesta, de no ver muestras de solidaridad, de no respetar los valores y las opiniones de quienes a diferencia de ellos si respetamos las de los demás. Harto de descalificaciones, de botarates de medio pelo que juegan a ser dios, de sujetos que se autonombran representantes de la sociedad. Harto de ver siempre la misma basura en los mismos cubos………..solo me queda confiar en que llegará el día en que esos contenedores se vacíen y dentro únicamente queden algunos cartones viejos y restos de comida del restaurante más próximo.

lunes, 3 de enero de 2011

EL FUEGO DE LA HOGUERA

Las pinturas antiguas fueron quemadas en la hoguera que anoche soñé. En ella, arrojaba todo lo que a mi paso reconocía como no necesario. En un ejercicio por despojar el cuerpo de lastres y ridiculeces advenedizas e interesadas, pasé horas a manos llenas lanzando al fuego algunas raíces mal crecidas. Quizás
mucho antes debí arrancar con firmeza muchas de ellas convencido de que por si mismas morirían de inadaptación. Al observar entre las cenizas resultantes, aún puede verse como algunas de ellas expiran los últimos alientos de vida renegando de su condición de pasadas. Largos años de arraigos complican el pase a una nueva dimensión contempladas en su recta final. Reconozco que no sólo el ser humano tiene capacidad de adaptación, es superior si cabe la de las fuentes que nos administran hasta completarnos como puzzle. La etimología de las creencias es ajena a nuestra propiedad, no nacen adscritas a nuestro cromosoma genético.

Ahora de nuevo me hallo con similares propósitos en un alma cada vez más desnuda, ausente de reconocidas creencias pasadas, deseoso de circular de nuevo en dirección contraria y observando el cambio de color en el semáforo que da luz verde. Siento que pronto comenzarán los bailes de cartas, no se admiten papeles de secundarios que esperan sentados en silencio el papel que les cambie la vida. Se utilizarán para la ocasión barajas nuevas, aquellas donde las huellas aún no han rozado sus texturas ni provocado desgaste alguno por la erosión del uso.

La mano que baraje las cartas será como de costumbre la mejor de las aliadas, una nueva amiga desconocida hasta el momento por su discreta timidez. Sin horarios ni reglas, sin acritudes ni puñales, con la certeza de que será quién te mire a los ojos y te sea sincera, sin el vértigo al vacío de posibles traiciones……..solos ella y yo.

Nuevos bocetos en el aire proyectan en el techo luciérnagas revoloteando alrededor de un viejo candil apostado sobre la mesa, niños jugando entre campos de algodones impregnados de sencillas inocencias, soles que dibujan con su luz los senderos a transitar, naturaleza viva emergente en medio de estercoleros llenos de malas hierbas estériles y sombreros de copa que cubren las cabezas repletas de proyectos ansiosos por florecer y ver amanecer.

De momento, son sólo eso………bocetos en el aire.