domingo, 26 de febrero de 2012

160 DÍAS

Soy más de lo que puedas ver y sin embargo, apenas dejas de mirarme. Soy lo que tu quieras que sea, no olvides, en cambio, que tú no serás como yo quiera. Puedo llegar a ser un mortal ensayista colgado del alféizar de tu ventana o tal vez, un alma que despierte decidida para acercarse hasta ti; quizás un ladrón que robe la luna para alumbrar tu silueta en la oscuridad. Ya ves, puedo ser tantas cosas y ninguna de ellas al mismo tiempo. ¿Acaso me imaginas siendo una tempestad que al amanecer amaine ante tu mirada? 
Ahora sé que busco ver dónde no veo, ser lo que pretendo y esperar mientras te acompaño. Sí, también puedo esperarte mientras te desnudas o disfrazarme de paraguas mientras esté lloviendo; por ahora, los días son mucho más cálidos de lo que recordaba, ¿porqué cambiar las cosas cuando suenan tan bien?


3 comentarios:

  1. Me gusta más pensar en la evolución que en el cambio.
    Bonita cifra en el título. ¿Quién decide el intervalo de tiempo concreto para celebrar el hecho de compartir camino, café y pasta de dientes? Es absurdo.
    Brindo por los días comunes, por los cotidianos.

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  2. Sin duda la primera frase es la reost...ia, muy buena pregunta final un saludo

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  3. 160 dias dan para mucho, pero pasan tan rapidos... Girar la vista atras y sonreir con lo vivido es una muestra de madurez. Momentos buenos o peores siempre son vida, experiencia.

    Un placer como siempre Daniel.

    Saludos almendrados ;)

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